¡Bristol! - Yulia Barrera

Por primera vez en el viaje, despierto en un lugar que no es mi tienda ni casa de algún amigo/a. En este lugar ha pasado un fantasma, dejo todo como estaba, exactamente igual.

El día no promete y amenaza de lluvia permanente, pero toca salir, qué remedio. La suerte está de mi lado y parece que no llueve… «a ver lo que dura» pienso.

Mi plan de hoy es pasar a Newport y luego a Cardiff, pero empiezan los problemas. Al entrar a la primera ciudad pincho, y ya es un ratillo que me lleva arreglarlo. Continúo con las rutas marcadas de la red nacional de vías ciclistas, pero todo empieza a formar un rompecabezas.

Hay bastantes zonas en obras, faltan señales, las direcciones son confusas… Gasto un montón de tiempo (y esfuerzo) dando vueltas. La noto, está ahí, es la fatiga acumulada. Reconozco esa sensación perfectamente por que la suelo vivir de ruta.

Toca comer y comer, es la única solución para ir sacando empuje, pero los errores de ubicación, el aire soplando y las cuestas me obligan a parar. He recorrido 40km y no he avanzado apenas nada, descarto por tanto llegar a Cardiff.

Mi amiga Vero me comenta hoy de ir a su casa, que vive en Bristol, con lo cual mi corta visita termina a su fin en el sur de Gales. Lugar de un idioma ilegible e incomprensible y, de lo poco que he visto, lleno de obras y malas indicaciones.

Me quedan unos 60km hasta a vuelta a Bristol, voy con las energías justas y hay que gestionar bien las paradas. En mi caso hago varias cortas, en las que aprovecho a comer o tomar un té. Vuelvo en sentido contrario por la carretera paralela que ayer Tim me adelantó en su furgoneta. Él me avisó de que no había nada después de donde nos encontramos, y razón tenía. Varios kilómetros de poca cosa, está claro que haberle preguntado ayer fue la mejor decisión.

El día ha sido seco, incluso con sol, algo totalmente inesperado. Salvo en los últimos 10 minutos llegando a mi destino, que me ha caído un chaparrón tremendo aunque mejor así que durante todo el día ¿No?

Ahora, descansaré unos días para recuperar fuerzas y hacer la recta final a Portsmouth, que hoy lo he pagado con 101km. ¡Ha arreglar el móvil y conocer la ciudad!