«Bye bye! Today the weather is hot!». Así me despide de buena mañana Cam. Y no le faltaba razón, la ropa que he lavado antes de salir ya se está secando.
Toca dejar la costa e ir mirando hacia Londres. El pago es claro, por interior seguramente las vistas no sean tan espectaculares.
Con el sol pegándome en la nuca llego a Rye, un pequeño pueblo en el que trato de conseguir el gas de cocina que se terminó anoche.
Pese a la ayuda de varias personas, me dirijo a Ashford, donde sí encuentro lo que busco.
Poco he hablado de mi realidad con el inglés… Me está costando entender el hacento británico (y más en pueblos). Me siento fuera de la conversación muchas veces y tiro de un clásico que nunca falla: Asiento y sonrío. No voy a negar tampoco que los demás no lo hacen cuando hablo, mi nivel «medio-alto» en el mundo real vale cero. ¡Al menos he de decir que lo intento hacer bien!
Todo este paisaje me es familiar, campos de cultivo, algún tramo de elevación… La verdad es que no hay mucho que me llame la atención.
Al menos llego a las cercanías del río Támesis, sentenciando lo que sera el rumbo directo de mañana.

Saliendo de la parcela

En algunas subidas, me hacían sombra esos árboles y me daba tregua al calor

Aunque no se aprecie bien, las piernas empiezan a tener síntomas de rasponazos y golpes

¡PERO BRIDAS! Si yo pensaba que eras pacífica…

En mi cabeza son pastelitos rellenos de crema pastelera y bañados en chocolate ????

Trigales

Pajaritos al surco de las huellas

Atardece mientras preparo todo
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